Lavar la ropa de cama y las toallas parece una tarea sencilla, pero muchos cometen errores que pueden afectar la suavidad, la durabilidad y hasta la higiene de los tejidos. En este artículo, te contamos cuáles son los errores más frecuentes al lavar estos textiles y cómo podés evitarlos para que siempre luzcan y se sientan como nuevas.
1. Usar demasiado detergente
Parece lógico pensar que más detergente significa una mejor limpieza, pero en realidad, el exceso de jabón puede quedar atrapado en las fibras, volviendo las toallas ásperas y reduciendo la transpirabilidad de las sábanas.
✅ Solución: Usá la cantidad recomendada por el fabricante y optá por detergentes suaves, especialmente para algodón y telas delicadas.
2. Lavar sábanas y toallas juntas
Las sábanas son más delicadas y requieren un ciclo diferente al de las toallas, que son más gruesas y absorben más agua. Además, las toallas pueden soltar pelusas que se adhieren a las sábanas.
✅ Solución: Separá siempre las toallas de las sábanas y lavalas en cargas diferentes.
3. Usar suavizante en las toallas
El suavizante crea una capa en las fibras de las toallas que reduce su capacidad de absorción. Aunque deja un aroma agradable, con el tiempo las toallas perderán su eficacia para secar.
✅ Solución: En su lugar, agregá una taza de vinagre blanco en el ciclo de enjuague cada tanto para mantener la suavidad y eliminar residuos de detergente.
4. No lavar la ropa de cama con la frecuencia adecuada
Las sábanas y fundas de almohada acumulan ácaros, sudor y bacterias, mientras que las toallas húmedas pueden convertirse en un caldo de cultivo para hongos y malos olores.
✅ Solución: Lávalas con la siguiente frecuencia recomendada:
🔹 Sábanas y fundas: Cada 7-10 días.
🔹 Toallas de baño: Cada 3-4 usos.
🔹 Toallas de mano: Cada 2 días.
5. No secarlas correctamente
El secado es clave para prolongar la vida útil de tus textiles. Secar las toallas con demasiado calor puede endurecer las fibras, mientras que no secarlas completamente puede generar mal olor y moho.
✅ Solución: Optá por secado al aire cuando sea posible y, si usás secadora, seleccioná una temperatura media. Para mantener la esponjosidad, agregá pelotas de secado o una toalla seca en el tambor.
Conclusión
Evitar estos errores comunes hará que tus sábanas y toallas se mantengan suaves, limpias y duraderas por más tiempo. Aplicando estos consejos, disfrutarás de una ropa de cama fresca y acogedora, y de toallas siempre absorbentes.
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